Nunca es posible satisfacer a todos, no importa de la actividad o hecho del que se trate. Y este aserto es particularmente relevante a propósito de la elección de los flamantes cinco nuevos miembros del Tribunal Constitucional por parte del Consejo Nacional de la Magistratura.
Antes de que se consumara el hecho se hizo notable por lo menos una disidencia, la de Bauta Rojas Gómez, quien se fue dejando tras de sí una frase para mucho tiempo: “Yo me retiro, no vale la pena estar ahí”. Pero esto no fue todo. Todavía estaba fresca la tinta con los nombres de los cinco nuevos magistrados y ya era conocida la reacción de Abel Martínez, candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana.
La política puede tener razón
Desde luego, no se debe poner de lado la crítica ante un hecho que le concierne a la vida pública porque se haya originado en una prominencia política, que la hace sospechosa de parcialidad.
Después de todo, la última palabra la tiene el tiempo, como en el caso de Milton Ray Guevara, con una extensa carrera política iniciada al lado de monseñor Agripino Núñez Collado y alimentada en el Partido Revolucionario Dominicano desde la administración de Antonio Guzmán.