Sin lugar a dudas, en el seno del movimiento deportivo dominicano se está atravesando desde hace un tiempo por una crisis que preocupa sobremanera a muchos dirigentes que al parecer, a pesar de la autoridad que le confieren sus posiciones para las que fueron electas, no han podido poner en orden la casa, fruto de las malquerencias de esos ingobernables.

La situación ha llegado a tales extremos que ya la situación ha desbordado las fronteras del movimiento, haciéndose cada vez más notoria la división en el movimiento.

Precisamente ayer, como una forma de clamor e impotencia, el presidente del Comité Olímpico, Garibaldy Bautista, expuso públicamente la situación durante una misa en el mismo local del COD.

Sus palabras, quizá ante la impotencia para encarar con éxito la crisis, fueron: “El movimiento necesita en estos momentos cabeza fría y que se entienda que es necesario lo que se está viviendo”.

Así las cosas, no hay que dar más explicaciones de lo que está sucediendo allí, donde se ha perdido el miedo a la autoridad, la cual viene siendo retada en todos los escenarios.

Si las cosas continúan el desarrollo que llevan, a Dios que reparta suerte, porque en las actuales condiciones imperantes que nadie crea ni por asomo que habrá un final feliz para el deporte nacional.