
“Si aún no tienes tu tarjeta Solidaridad o conoces de alguien que la necesite, haz clic en el siguiente enlace, el proceso es rápido; si tienes síntomas de fiebre y tos, aplica aquí para hacerte la prueba del covid-19 gratuitamente; fuiste contactado porque un familiar lejano que tenías acaba de fallecer por Coronavirus y dejó toda su herencia a tu nombre”.
Enlaces y solicitudes similares han empezado a circular en los últimos días tras el aislamiento social decretado por las autoridades ante la propagación del Coronavirus y la suspensión de las actividades productivas consideradas no esenciales.
Tan notable ha sido el auge de los engaños digitales, que la vicepresidente de la República, Margarita Cedeño, ha informado que ya se tienen bajo investigación a algunos delincuentes que han estado ofreciendo tarjetas Solidaridad de manera fraudulenta.
Los estafadores son creativos y se adaptan a los tiempos, tanto que si esa misma energía la aplicaran a un campo productivo y amparado con legalidad, los resultados serían notables.
También son torpes, pero su constancia les garantiza encontrarse con sus iguales y por lo tanto tener éxito.
¿Cuál es el modelo de estafa común que se encuentran en la web y qué hacer para evitarlo?, esto le preguntamos al Ingeniero Carlos Almonte, asesor empresarial en el área tecnológica y esto fue lo que nos dijo:
La estafa más común es el phishing, un delito cibernético en el que un objetivo u objetivos son contactados por correo electrónico, teléfono o mensaje de texto por alguien que se hace pasar por una institución legítima para atraer a las personas a proporcionar datos confidenciales, como información de identificación personal, datos bancarios y de tarjetas de crédito, y contraseñas.
