Desde Costa Rica nos viene una noticia que ojalá no llegue a los oídos de nuestros legisladores, porque de seguro van a querer que aquí se implante el mismo invento propuesto por un diputado del hermano país centroamericano.
Se trata del llamado quórum virtual, que consistiría en permitir a los legisladores no asistir físicamente a las sesiones del Congreso, sino estar teóricamente presentes a través de una pantalla de televisión, como lo permite la tecnología de las videoconferencias.
De ese modo, los legisladores podrían quedarse en su casa o irse de viaje, pero con la ventaja de poder hacerse presentes y participar en los debates virtualmente, tan solo apretando un botón de su correspondiente equipo.
Cualquiera diría que la ocurrencia ha sido de algún dominicano interesado en disimular y reducir al mínimo las grandes ausencias de diputados y senadores a las sesiones del Congreso Nacional, ausencias que no implican sanción alguna, aunque los que incurren en ellas cobran sus sueldos, dietas, emolumentos, compensaciones y regalías, igualito a los que realmente trabajan.
Confieso que soy amigo del progreso y fanático de las nuevas tecnologías, pero no tanto como para propiciar más oportunidades de haraganear a nuestros legisladores. ¡Qué por lo menos se molesten en asistir a su trabajo!