La mujer de la actualidad ha peleado su sitial como ente sexual. Ya vive su sexualidad con mayor plenitud, no solo es esposa, amante y amiga de su pareja sino que es también su compañera sexual.
Ha descubierto que puede vivir su sexualidad con cierto encanto, con la menor cantidad de prejuicios y ser dueña de su propio placer.
Es esta libertad para disfrutar de sus sensaciones, lo que le permite ser más segura de sí misma al saber qué quiere de su pareja y atreverse a comunicarlo.
Por supuesto hay mujeres que todavía desean o permiten que solo sea el hombre quién tome siempre la iniciativa en la demanda de intimidad, sea el comandante en la actividad sexual y decida qué hacer, cómo y cuándo.
Estas mujeres no se han hecho cargo de su vida sexual y las invitamos a que se unan a las que se han empoderado de su sexualidad y la han asumido como una parte importante de su vida y de su salud sexual, la cual es parte de su salud integral.
Recordando que la sexualidad femenina incluye los aspectos biológicos, psicológicos y socio-culturales que determinan el comportamiento sexual de la mujer, recomendamos, que la mujer que no lo ha hecho, comience a responsabilizarse de su propio disfrute sexual, de conservar su erotismo y su sensualidad, de mantener en buen estado de salud su cuerpo y adueñarse de el y de enriquecer su vida sexual.