La educación sexual es necesaria e imprescindible en todas las edades y períodos de la vida siempre que sea adecuada y formativa.
Una gran cantidad de personas hablan de sexualidad sólo cuando se refieren a la conducta sexual, placer sexual y/o genitalidad; sin embargo, la sexualidad es mucho más ya que es parte de la vida misma desde el nacimiento y envuelve la reproducción, la conducta humana, sentimientos, pensamientos, ideas, costumbres, actitudes y todo lo relacionado con el enamoramiento y el amor.
Los mitos y tabúes en cuanto a la sexualidad han producido mucho daño no sólo a la población dominicana, también a muchas regiones del mundo que no han alcanzado unos niveles de información adecuados.
A través de la educación sexual se obtiene información fidedigna de la sexualidad, la cual evitaría muchos trastornos en la vida cotidiana y muchos procesos dolorosos en la vida individual, la vida en pareja y la vida familiar.
Sería muy beneficioso vivir sin hacer juicios de valores ni culpar a alguien, sin aprobar o rechazar conductas porque sean diferentes a las nuestras, sin críticas y permitiendo que cada persona viva en libertad siempre respetando al otro y sin hacer daños individuales o colectivos.
Con educación sexual adecuada se puede lograr lo antes expuesto.
Sólo que tiene que ser real, basada en valores, respetuosa, consciente, asertiva, incluyente, responsable.
Recordando también que la sexualidad es biológica, psicológica y social.
De modo que, somos seres sexuados desde el nacimiento hasta el abandono de este plano físico.