Podemos decir que a partir de los 7 u 8 años de los niños, están en la etapa del pre pubertad. Estos niños van desarrollando y adquiriendo más información y experiencias, por lo que pueden comenzar a mostrar cierto interés natural en los juegos sexuales con su propio género o con el opuesto.
Ya estos chicos comienzan a conversar entre ellos de la intimidad sexual, les encanta utilizar un lenguaje más abierto y utilizan palabras solo entre ellos que no se atreven a socializarlas con adultos o con los padres.
Lo que es natural.
Hay tener en cuenta que con frecuencia, aunque los cuidemos, han estado expuestos a material sexualizado a través de dibujos animados o películas; material que todavía no pueden procesar pero sí reproducir, y lo hacen con sus amiguitos de su edad.
En ocasiones, a mi mayores que ellos los incitan a participar de estos juegos.
Si son descubiertos, importante que los padres, tutores o adultos que los encuentran no reaccionan exageradamente sino de manera calma y madurez. De lo contrario se va a romper esa vía de comunicación si existía, y ellos van a esconder esos comportamientos sexuales y no nos vamos a poder enterarnos de otros comportamientos normales o inadecuados.
Explicarles en ese momento el tipo de actividad adecuado y generar confianza para poder protegerlos.
Los padres deben conocer con quienes están sus hijos y donde. Procurar que no haya mucha diferencia de edad entre los amigos y continuar informando sobre sexualidad, abuso sexual y cuidado corporal.