SANTO DOMINGO.-La Iglesia Católica deploró hoy que en el país existan tantas adolescentes embarazadas que además de que se ven obligadas a abandonar la escuela, «vienen a sumar más miembros a la fila de la pobreza y sobre todo nos encontramos con el drama de la responsabilidad de niñas criando niños».
Asimismo, dijo que todavía hoy hay poncios Pilatos que siguen condenando a los dominicanos con sus malas decisiones que no aprueban la voluntad de la mayoría, que lolo viven para defender sus intereses y no los intereses de quienes los hemos elegidos, que llegar más allá solo por defender lo indefendible.
Al pronunciar la tercera palabra del Sermón de las 7 Palabras con motivo del Viernes Santo, el padre Ramón Báez Lara dijo que en el país no se respetan las decisión de los poderes del Estado, y por el contrario se usan al antojo de una minoría, que manejan a su gusto los fondos públicos “sin importar cuanto nos endeudamos, que nos olvidamos para qué hemos sido elegidos”.
Jóvenes han perdido entusiasmo
El sacerdote Ramón Báez Lara advirtió que muchos jóvenes han perdido el entusiasmo por falta de apoyo de nuestras autoridades que no son responsables a la hora de cumplir sus promesas. Empero, dijo que María, la madre de Jesús, colabora “para que brote el vino nuevo, el vino de la alegría, el vino del entusiasmo”.
Asimismo, dijo que Jesús nos regala una madre para que superemos la pobreza estructural donde hay una gran masa de ciudadanos y ciudadanas que no tienen acceso a una casa digna, que no tiene acceso al trabajo y los que tienen trabajo tiene un “sueldo de miseria que no da para tener un vida digna”, una vida de hijos e hijas que no tiene acceso a una educación de calidad y espe4ran que la promesa de una república digital llegue a los más apartados rincones donde se anida la pobreza.
Consideró que tanto el Estado está llamado a crear fuentes de trabajo para los jóvenes, quienes por falta de oportunidad vagan sin rumbo por las calles y muchos de ellos caen en los lazos fáciles de la delincuencia y la droga, la cual se vende en las esquinas de nuestros barrios com o harina y sin ningún desparpajo.