Desde el inicio de la serie final de la Conferencia del Este, entre los Celtics y los Heat, la que ganaron los primeros el domingo, tras llevarla al máximo de siete, los dominicanos se han centrado en seguir bien de cerca, a su compatriota, Al Horford, quien para agradable sorpresa de todos, y hasta para él mismo, ha desarrollado una labor de primer nivel, sumamente productiva.

El desempeño que se esperaba de Horford, a sus 39 años de edad, en una disciplina tan exigente en lo físico y mental, era una incógnita, una tremenda interrogante, sin embargo, está demostrando cada día que todavía posee garras, entusiasmo, empuje y liderazgo, para continuar dando carpeta, por lo menos durante la próxima temporada.

Hace tiempo que no observaba a un atleta de ese nivel, mostrar con tanto orgullo ser dominicano, a pesar de las ácidas y acervas críticas que siempre lo han perseguido, porque no se ha puesto el uniforme para competir en torneos internacionales.

Convertirse en el primer dominicano que alcanza una final en la NBA, debe ser otro gran motivo de satisfacción para Horford, en momentos en que estaba informado de primara mano de que el país entero estaba observándolo durante todo el desarrollo de la serie.

Era tal su emoción, que tras terminar el encuentro, durante la celebración exclamó en español: “Que en la República se sienta. Esto es una celebración”.
El Celtics, listos para medir a los Warriors a partir del próximo jueves, en términos generales, tendrá que planificar nuevas estrategias, porque el estilo de juego que aplica Golden State, es muy distinto al que vieron ante el Heat.
Sin embargo, eso no puede amilanar la determinación de los bostonianos a seguir adelante, sabiendo que la tarea es bastante difícil, aunque no imposible.

Ahora más que nunca, el país continuará atento a cada uno de los encuentros de esta final, que comenzará sus dos primeros choques en San Francisco, California, sede de los Warriors, y donde todos esperamos que Horford siga teniendo un muy buen desempeño.

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