Santo Domingo.- Que un padre tenga un estilo de vida saludable puede generar un impacto positivo en el desarrollo y la salud de sus hijos.
Según expertos, un hombre sano, con buena alimentación y que se ejercita estará más activo para compartir en actividades diarias con sus vástagos.
Al mantenerse activos en sus vidas, los niños son más propensos a tener buena salud física y emocional. Así como a tener logros académicos y a evitar las drogas, la violencia y delincuencia.
Sin embargo, por lo general, los padres se preocupan por la alimentación y el cuidado de sus hijos, pero se olvidan de su salud.
En ocasiones, se torna difícil porque un padre de familia puede tener jornadas largas de trabajo que lo llevan a comer fuera de casa y en horas no adecuadas, influyendo esa mala alimentación en obesidad y sedentarismo.
Además, estos estilos no saludables podrían desencadenar problemas de diabetes, enfermedades cardíacas e hipertensión.
Bienestar
“Es importante también que los hombres dediquen especial atención a su salud, ya que un cambio a tiempo en el estilo de vida, incluida la alimentación y la actividad, garantiza bienestar”, afirma la nutrióloga Isaura Comas Reyes.
La especialista en nutrición sostiene que con el paso de los años el metabolismo va cambiando, por lo que los padres deben estar atentos y conocer el tipo de alimentación que necesitan.
Por esta razón, recomienda incluir alimentos que sean ricos en fibras debido a que estas ayudan a que nuestro organismos absorba mejor el calcio, también reducen el riesgo de enfermedades intestinales, entre otras.
Comas Reyes explica que grasas insaturadas, como las provenientes del aguacate, nueces, salmón, almendras y aceite de oliva, juegan un papel importante en la disminución del riesgo de las enfermedades cardiovasculares, así como en la salud de la próstata y los órganos sexuales.
— Importante
No fumar, buena hidratación, disminuir el consumo de alcohol; realizar actividad física, controlar el peso, dormir bien. Además, disminuir los azúcares, así como también reducir el consumo de grasas saturadas.