“Ser un líder desde la influencia es una decisión que se toma a diario”

Realidad. El talento no renuncia a una organización por falta de retos, sino por falta de humanidad. Errores. El más común de todos es confundir control con liderazgo.
Santo Domingo.-Durante su participación en el encuentro ‘Liderar desde el Bienestar’, la mentora y conferencista colombiana Ginnegizeth Cárdenas compartió con líderes y profesionales su mirada transformadora sobre el liderazgo consciente, el poder del autoconocimiento y la necesidad de conectar propósito personal con colectivo.
¿Cuál es el error más común que se comete al ejercer liderazgo desde la autoridad y no desde la influencia?
Uno de los errores más comunes es confundir control con liderazgo. Muchos creen que mandar, imponer o ‘tener la última palabra’ es sinónimo de ser líderes. Pero cuando se lidera solo desde la autoridad, se construye obediencia, no compromiso.
La gente acata, pero no conecta. Hace, pero no se siente parte. En cambio, cuando lideramos desde la influencia, damos espacio a la escucha, al criterio y al propósito compartido.
Eso no sólo genera mejores resultados, sino vínculos más sostenibles. El liderazgo basado en autoridad se agota rápido, porque descansa en el miedo o jerarquía.
¿Cómo defines el bienestar como ‘power skill de liderazgo’ en el entorno empresarial de hoy, y por qué se vuelve una competencia clave para liderar?
Para mí, el bienestar en las organizaciones ya no es un beneficio, es una estrategia. No hablamos solo de yoga en la oficina o de fruta gratis. Hablamos de entornos donde la gente puede trabajar sin sentirse en guerra consigo misma. El bienestar ya es un ‘power skill’, porque un líder que no sabe cuidar de sí y de los demás puede generar entornos tóxicos. Al final, el talento no renuncia por falta de retos, sino por falta de humanidad.
¿Qué rol juega el autoliderazgo en el desarrollo de líderes verdaderamente conscientes?
El autoliderazgo es el punto de partida. Un líder que no se conoce, que no se cuestiona, que no se regula, lidera desde la reacción, no desde la intención. Y cuando eso pasa, el equipo se confunde.
El autoliderazgo nos da claridad, nos permite asumir con responsabilidad nuestro impacto y corregir a tiempo. Cuando una persona se lidera con honestidad, inspira desde su humanidad. Los equipos no necesitan héroes, sino referentes humanos que los inviten a crecer desde la confianza.
¿Cuál es la diferencia entre motivar e inspirar a un equipo?
Motivar es empujar. Inspirar es encender. La motivación viene de afuera -bonos, retos, discursos- y es útil, pero limitada. La inspiración nace de ver a alguien liderar con sentido, pasión y coherencia. Un líder que quiere motivar debe hablar bien.
Uno que quiere inspirar, debe vivir bien. Y para no agotarse, es clave poner límites, hacer pausas y tener una red que también lo sostenga. No se trata de cargar con todo, sino de liderar con conciencia los propios recursos.
Nuevos modelos
— Valor femenino
En los nuevos modelos de liderazgo organizacional, las mujeres traen una mirada más integradora, contextual y sensible. Afirman que ellas han desarrollado habilidades para leer lo no dicho, para cuidar sin debilitar, para construir sin imponer.