Las noticias de una nueva cepa del virus del Covid-19 más potente y contagiosa amenaza con prolongar el toque de queda y la paralización económica, por lo menos un trimestre, hasta que lleguen al país las vacunas que nos librarán de la zozobra del aislamiento y el miedo.

Las últimas medidas de control del Covid-19 están generando desesperación y desasosiego que se expresan en violación a las medidas del toque de queda, enfrentamientos de ciudadanos con cuerpos del orden, abusos policiales y supermercados y centros de expendios de alimentos abarrotados de gente produciendo tumultos que exponen a mayores contagios.

Ante lo inevitable la resistencia inútil consume la vida e incrementa el riesgo. Frente al Covid-19, tenemos que promover la resiliencia personal y social para lograr sobrevivir a esta adversidad.

El cuidado de la salud nos compele a actuar de forma inteligente en tiempos de desgracias. Las siguientes acciones nos podrían permitir sobrellevar el Covid-19 con menos estrés y ser resilientes:

1. Ejercitar el alma
Los ejercicios para el alma son clave para superar las crisis. Ellos son la meditación, la oración, la contemplación, el contacto con la naturaleza, el servicio y todo lo que nos permita estar en sintonía con lo trascendente.

Ejercitar el alma nos conecta con Dios y la energía del universo, sabiéndonos parte de un Todo que nos contiene y nos sostiene.

2. Ejercitar el cuerpo:
Aunque los gimnasios o parques estén restringidos, para ejercitar el cuerpo se puede caminar en la misma cuadra del vecindario, hacer aeróbicos o ejercicios en la casa, bailar, bajar escaleras o mover el cuerpo, la principal fuerza motriz de nuestra salud física y mental.
3. Cultivar relaciones:
No obstante, estemos lejos unos de otros y sin abrazarnos, en tiempos de Covid-19 podemos utilizar la tecnología para fortalecer los lazos de hermandad con la familia y los amigos.

Llamar cada día por lo menos a tres seres queridos, organizar encuentros por zoom para compartir o celebrar y enviar mensajes positivos, son formas de alimentar los afectos aun en medio de una distancia que nunca podrá robarnos el amor.