Ser quien quieras

Ser quien quieras

Ser quien quieras

Ana Blanco

Si el mundo fuera tal y como queremos, todo sería perfecto. Lo único que no funciona en esta afirmación es que siempre acabaríamos encontrando algo que cambiar, porque esa parte humana, de nunca estar totalmente satisfechos, nace con nosotros.

Y al final, qué es perfecto. Lo que para mí puede serlo, seguramente no lo es para otros, por lo tanto, en lo diferente, en la diversidad y en la imperfección es que está lo que verdaderamente nos mueve.

Hoy alguien me decía que los grandes influenciadores de personas, que no es influencers como lo entendemos hoy en día, siempre han sido a lo largo de la historia personas rompedoras, diferentes, incluso con vidas llenas de tragedia y comedia.

Y al final, me puse a pensar que en algún momento de nuestra vida todos somos así, lo que pasa que unos se atreven a subir un peldaño de querer cambiar las cosas y otros simplemente se enfocan en seguir hacia delante, día a día. Y eso está bien, porque siempre debe haber quien guíe, quien actúa, quien enseña y no todos valemos para eso o simplemente queremos hacerlo.

Saben que abogo profundamente por el respeto en todas sus dimensiones. De la misma manera que no me gusta que me juzguen, me etiqueten o me impongan algo, trato de no hacerlo a los demás.

Hoy veo demasiada intolerancia en todos los sentidos, en quien dice ser normal y en quien dice ser diferente. Y yo que lo único que veo son seres humanos, a partir de ahí cada quien que haga lo que quiera con su vida, siempre que respete igualmente la de los demás.

Tratar de imponer siempre ha sido la mejor forma de perder cualquier atisbo de razón. Así que dejemos ser y seamos. Así de sencillo. ¿Y perfecto? Nada ni nadie.