El Gobierno dominicano, que vive bajo un asedio internacional permanente por el tema de la migración haitiana, debe actuar con inteligencia y cautela a la hora de estar firmando pactos migratorios diseñados por la misma Organización de las Naciones Unidas que tan hostil ha sido con el país en esa materia.
El Pacto Mundial para las Migraciones propiciado por la ONU fue denunciado de inmediato por Estados Unidos, principal receptor de la migración dominicana.
Entonces la pregunta lógica es si no representará nada para los emigrantes dominicanos porque Estados Unidos no lo suscribirá, entonces para qué asumir ese potencial instrumento de presión contra el país.
Todos los documentos regionales preparatorios a la firma de ese pacto victimizan a Haití y hasta plantean un trato preferente en materia migratoria, lo cual sin lugar a dudas recaerá sobre la República Dominicana, país que votó a favor de la aprobación del Pacto Mundial para las Migraciones, pero ahora debe decidir si lo suscribe.
Muchos países que votaron igual que República Dominicana empiezan a anunciar que no lo suscribirán.
Presión interna
El Gobierno también está recibiendo presión interna contra el Pacto propiciado por la ONU, pues en la actualidad el tema del descontrol migratorio genera muchas pasiones en el país.
La Cancillería dominicana no se ha referido al tema, lo cual indica que todavía no ha cambiado su posición expresada cuando votó a favor.