- Publicidad -

- Publicidad -

Senasa, Hazim y el “nacío ciego”

El país está atento a muchos temas importantes, como la convocatoria a una Cumbre de las Américas excluyente, un aguilucho investigado por la DEA, la salud mental, etcétera. Pero el escándalo de Senasa sigue ahí, latente, como un forúnculo o “nacío ciego”.

A propósito, permítame, amable lector, una anécdota personal: mi padre nunca estudió Medicina, pero era un “experto” a la hora de sanar un nacío ciego, pues manejaba la navaja con una precisión que ya envidiarían ciertos cirujanos; tenía habilidad para hacer una incisión sobre el absceso, cortando primero la epidermis y la dermis, y entonces apretaba, súbitamente, con la fuerza exacta en el lugar preciso hasta drenarlo por completo.
“Si no lo abres y aprietas hasta sacar toda la pus, con todo y raíz, no estás en nada. Tienes que llegar hasta la raíz”, decía muy convencido. Y su método no fallaba: si había higiene y te cuidabas, en pocos días te sanabas.
Algo parecido, pienso yo, se aplica en el caso del Seguro Nacional de Salud (Senasa), la administradora de riesgos de salud (ARS) pública, y la única con que cuentan más de 5.7 millones de dominicanos pobres que están en el llamado Régimen Subsidiado del Sistema Familiar de Salud. Gracias a la investigación y a la denuncia responsable de periodistas como Edith Febles y Nuria Piera, se ha destapado allí un entramado de corrupción que va más allá de lo que —hasta ahora— uno se podía imaginar.
Mafia en los contratos con farmacias, contratación de servicios de los centros privados en detrimento de la red pública, especialmente de las Unidades de Atención Primaria, compra sospechosa de suplementos para envejecientes, y largo etcétera.

Un entramado de corrupción bien articulado que comenzó desde el inicio del gobierno del presidente Luis Abinader. Tras el escándalo, fueron destituidos varios funcionarios del Senasa, incluido su director, el doctor Santiago Hazim, y quien se dice conocía el sistema mejor que nadie: Gustavo Güílamo, jefe de Gabinete. Muchos piensan que ambos deberían coger un curso intensivo de inglés, por si lo necesitan.
Este podría ser el mayor caso de corrupción de la presente gestión: no se trata de un simple desliz administrativo: estamos hablando de más de 20 mil millones de pesos. Y mientras llovían las quejas de los afiliados por la baja calidad de los servicios, había gente de adentro y de fuera haciendo el negocio de su vida.
Aunque un robo siempre será condenable, sin importar el monto, vale resaltar que el de Senasa supera varios de los casos de megacorrupción de los gobiernos de Danilo Medina, como Coral-Coral 5G, Medusa, Pulpo y Calamar, y eso es mucho decir.
Es evidente que la corrupción no tiene bandera; es peor que un nacío ciego, al que se debe arrancar de raíz, aunque duela.
Todos debemos cuidar al Senasa de la codicia y la sed insaciable de los corruptos de ayer, de hoy y los que puedan venir. Por la salud de todos.

Etiquetas

German Marte

Periodista dominicano. Comentarista de radio y TV. Prefiere ser considerado como un humanista, solidario.

Artículos Relacionados