La forma coordinada y armoniosa en que se ha llevado la transición envía a la población un poderoso mensaje de la necesaria unión social que se requiere para enfrentar la actual crisis sanitaria y económica.

Otros buenos mensajes se han transmitido con acciones.
El próximo ministro de la Presidencia, Lisandro Macarrulla, revelaba que un equipo del PNUD estaba colaborando con la transición en virtud de lo inusual del momento en que se vive ese proceso.

La iniciativa es válida en el entendido de que de esa situación no se sale solo, sino que se requiere la integración de todos y hasta de ayuda externa.

El primer equipo anunciado por el presidente electo fue una comisión de salud para coordinar con las autoridades actuales cómo enfrentar la creciente propagación del virus.
Se puede interpretar que enfrentar la pandemia es la primera prioridad de los que salen y de los que llegan.

Fue anunciado quién será ministro de Educación, un paso adecuado en especial si se toma en cuenta que el año escolar está previsto inicia a una semana de la toma de posesión y, por tanto, un periodo tan inusual requería empezar desde antes de asumir.

Luego se anunció el equipo económico, de lo cual se puede interpretar que hay conciencia de que el daño provocado por la pandemia a la actividad económica debe ser atendido sin dilación.

Y un detalle muy simbólico, el primer anuncio de todos fue la persona responsable de la Dirección de Ética Gubernamental, otro poderoso mensaje que llega de las manos de Milagros Ortiz Bosch.

Se puede concluir que las próximas autoridades están conscientes de que las prioridades inmediatas son la ética, la salud, la economía y la puesta en marcha del próximo año escolar.
Son señales alentadoras.