Semana Santa

Semana Santa

Semana Santa

Tradicionalmente, la cuaresma ha coincidido con un período seco en el país y esto llevó al dominicano a establecer un vínculo entre una y la otra.

Por esta razón mucha gente tiende a pensar que con el final de este período, propio del cristianismo, ya no están lejos los días de lluvia, que como muy tarde, solían empezar en mayo.

¡Ojalá que llueva! Agricultores, ganaderos y aguadores estarían muy contentos.
Ayer, domingo, día 2 de abril, empezó la Semana Santa, y termina el sábado, día 8, a pesar de que este particular festejo, para unos, y conmemoración, para otros, suele entenderse que empieza hoy lunes y concluye el domingo.
Para empleados públicos y privados el asueto de la Semana Mayor inicia, en realidad, el miércoles.

Esto así porque es a partir de este día cuando salen en masa los que buscan pueblos, campos, ríos y playas para pasar tres días fuera del tumulto y la rutina que asocian con las grandes ciudades y con las jornadas laborales.

Así que además de ser la Semana Mayor de la cristiandad, es también tiempo de esparcimiento para millones de vacacionistas de primavera.

Es un tiempo muy esperado con dos grupos muy bien definidos que se preparan con anticipación, unos alrededor del calendario litúrgico y otros haciendo previsiones económicas para pasarla bien y tener “historias” para contar y compartir.

Las iglesias se llenan de feligreses que dan el sentido originario a la conmemoración. Una gran cantidad de jóvenes se congregan y se destaca el sentido familiar que se ha acentuado.

Pero también es notable la cantidad de personas que lo toman como sus vacaciones del primer cuarto del año.
Hay muchos riesgos en las carreteras y en los lugares de destino, especialmente con aquellos que se exceden en la ida, en el regreso, en la comida y con las bebidas espirituosas. Para ellos el Estado tiene a los organismos de prevención y socorro, pero no hacen caso.

De todos modos, atiendan o no a las recomendaciones ideadas para preservarlos, vaya un consejo para los reflexivos: cuídense de los excesos de los otros.

Así, cuidándose de las desaprensiones ajenas, se puede colaborar para que cada vez tengamos unas estadísticas menos lamentables vinculadas a la Semana Santa.



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