Internamente hay fuerte cuestionamiento al liderazgo del sector empresarial, en especial a los gremios que los agrupa, pues se plantea que los mismos no están siendo guiados por los dueños del “capital”.
Incluso, se cuestionan las estrategias frente a los órganos estatales en busca de objetivos de interés para el empresariado.
El balance no ha sido halagador, ya que no han logrado reformar el Código Laboral, se desmontó la mesa del Pacto Fiscal, no avanza el Pacto Eléctrico y se embarcaron en una agenda política que terminó siendo una lucha entre oficialismo y oposición.