Se rompe la premisa de confianza y seguridad, afirma psicólogo

Se rompe la premisa de confianza y seguridad, afirma psicólogo

Se rompe la premisa de confianza y seguridad, afirma psicólogo

Luis Vergés

SANTO DOMINGO.- Con actos como el ocurrido ayer en el que un amigo de la infancia le quitó la vida al ministro de Medio Ambiente, Orlando Jorge Mera, se rompe la premisa de confianza y seguridad por cercanía.

Así lo expresó el psicólogo Luis Vergés, al decir que “muchas veces la gente difunde un mito y es la creencia de que porque somos seres cercanos estamos mucho más protegidos”.

Desde el punto de vista de la lógica debería ser así, pero si se presta atención a las tres mil mujeres que murieron desde el 2005 a la fecha, en hechos calificados como feminicidios, estas fueron asesinadas por personas cercanas.

De acuerdo con el especialista, aunque es contraintuitivo hacer esa afirmación, los datos demuestran que el comportamiento criminal no necesariamente está condicionado por si una persona está cerca o lejos.

Al participar este martes en el programa “El Día”, Vergés explicó que el acto criminal es una decisión personal, la cual está mediada por factores individuales, interpersonales y socioculturales.

A nivel sociocultural, se cuestionaba sobre dónde está la filosofía de paz que debemos promover cotidianamente, al tiempo que aseguró que “nosotros estamos viviendo hoy una crisis en cuanto a lo que es la filosofía del buen trato”.

En la parte individual, influyen las historias particulares, pues no hay dos personas que piensan, sienten y actúan exactamente iguales.

Vínculos de demanda

Precisó que hay personas que tienen un pensamiento hostil y con la misma cercanía generan vínculos de demanda, sobredemanda, sobreexigencia y sentido de merecimiento de cosas que quieren recibir del otro, esencialmente por lo cerca que están.

“Hay un concepto que se llama el pensamiento hostil que son estas conclusiones a las que llegan ciertas personas de que tú eres una amenaza para ellos, de que tú le haces daño a ellos y por esto, toman una actitud defensiva hacia ti y parecería que te ven a ti como una fuente de amenaza para ellos”, dijo.

Además, se refirió a que el arma es un instrumento de poder, siendo este la capacidad que tiene el ser humano de alterar, cambiar o transformar la vida de otro, no necesariamente de destruirla.
“Entonces cuando tú ves que alguien decide quitarle la vida al otro, hace un ejercicio de un poder, que bien pudo haberse hecho de otra manera”, puntualizó.

Sostuvo que hay gente que entiende que su enojo tiene que descargarlo haciéndole daño a aquella persona que identifica como fuente del mismo, pues no todos son responsables en el manejo de este.

“El problema es cómo vamos a tratar de impedir que las emociones que no regulamos apropiadamente, se conviertan en una conducta destructiva en contra de los demás”, señaló.

Por tal razón, consideró que hay que hablar más de la calidad de la relación, que es lo que falta en la sociedad.



Noticias Relacionadas