Parece que una chispa extraña se mueve para que los dominicanos vuelvan a sufrir nuevamente de los estragos de una ola delictiva. Mayormente las mujeres son sacudidas por los malhechores que se desplazan por las calles en franco desafío de las autoridades. El atrevimiento ha llegado al colmo de penetrar a entidades bancarias, cargando con altas sumas de dinero y emprender la huida. Igual situación de inestabilidad en la paz pública viven a diario quienes residen en lugares populares, no escapando a esa ola delictiva las personas que pertenecen a la clase alta y la clase media, lo que obliga a tener mayor cuidado en las relaciones con las personas extrañas.
Patrullaje
En días pasados el Ministerio de Defensa había anunciado la intervención de varios sectores de la parte periférica del Distrito Nacional. Sin embargo, sus residentes no perciben ningún patrullaje efectivo en sus entornos, y por el contrario han tenido que reforzar su propia seguridad para evitar ser víctimas de los malhechores.
En Maquiteria
En este populoso sector de Villa Duarte hay unos jovencitos que tienen bajo terror a sus moradores, básicamente a las mujeres. Cometen sus fechorías a plena luz del día y sin importar que puedan ser reconocidos. Inclusive, en Maquiteria se rumora que los propios policías conocen a estos jóvenes y han permitido que incurran en sus abusos contra los ciudadanos. La situación se torno cada día mas delicada.