La efervescencia no termina en el Partido de la Liberación Dominicana desde que su inesperada tercera posición en las elecciones presidenciales y legislativas de mayo pasado llevaron a su presidente, Danilo Medina, a proponer su abandono de la posición para dar paso a la renovación del liderazgo en la organización política fundada por el profesor Juan Bosch y activistas políticos en diciembre de 1973.
Pero Medina no manda solo en el PLD, y se tratara de que su anunciada renuncia fuera fingida para medir la temperatura de la tripulación o que decenas de otros dirigentes se sintieran en riesgo, ha dado marcha atrás, pero de todos modos el fermento ha sido activado.
Los efectos
El primer efecto ha sido echar por la borda a Charlie Maiotti, el surgimiento de un precandidato presidencial, un proyecto firme para dirigir el PLD y la activación del proyecto presidencial de Abel, que ha anunciado que vuelve a recorrer el país.