Erik Hincapié, un tatuador colombiano conocido como ‘Kalaca Skull’, se cortó la nariz, la lengua, las orejas y se tatuó el rostro para parecerse a una calavera.
Según el joven, su transformación surgió después de la muerte de su mamá. Comenzó con los tatuajes en el rostro, después la nariz, las orejas y por último se partió la lengua .