Desde que asumió como presidente de los EE. UU., Joe Biden no había tenido encuentro de ningún tipo con el presidente de China Xi Jinping.
Por su iniciativa, en la noche del lunes 15 de noviembre, lo que era martes 16 en la mañana para China, tuvieron una reunión virtual, en la que realizaron intercambios sobre temas estratégicos, generales y fundamentales concernientes al desarrollo de las relaciones entre los dos países.
El Presidente Xi Jinping destacó que para lograr unas mejores relaciones, ambos países han de persistir en los siguientes tres principios: respeto mutuo, convivencia pacífica, cooperación y ganancias compartidas.
Xi Jinping indicó que ambos países deberán centrar sus esfuerzos en promover las siguientes cuatro prioridades: demostrar el sentido de responsabilidad como países grandes para liderar la respuesta a los desafíos globales; fomentar el intercambio en todos los niveles y en todos los terrenos con apego al espíritu de igualdad y ganancia compartida; abordar los temas sensibles de manera constructiva para evitar que las relaciones bilaterales salgan de control; reforzar la coordinación y cooperación en los asuntos internacionales y regionales para proporcionar más beneficios a la humanidad.
Por otro lado el presidente Xi planteó puntos concretos de cooperación con EE. UU.: salvaguardar el sistema internacional centrado en la ONU, el orden internacional basado en el derecho internacional; promover a la comunidad internacional la defensa de la seguridad energética global; en cambio climático, porque ambos países están en transición hacia una economía verde y baja en carbono; en seguridad de la salud pública, ya que que la pandemia de COVID-19 ha puesto otra vez de manifiesto que la humanidad conforma una comunidad de futuro compartido.
Por su lado el presidente Biden dijo que la relación entre EE. UU. y China es la relación bilateral más importante del planeta, por lo que tienen una responsabilidad con el mundo y con su propia gente. Las dos partes deben mantener diálogos abiertos y sinceros para mejorar la comprensión de las intenciones de cada uno y asegurarse de que la competencia entre los dos países sea justa y sana y no se convierta en un conflicto.
Biden reiteró que EE. UU. no busca cambiar el sistema político de China, la revitalización de sus alianzas no es anti-China y que no tiene intención de tener un conflicto con China. Reafirmó la política de Una Sola China y que no apoya la «independencia de Taiwán».
Si EE. UU. y China se adhieren a lo planteado por sus dos lideres en esa cumbre, sin lugar a dudas el futuro de la humanidad es promisorio. Parece que nos encaminamos a una nueva era de paz perpetua y desarrollo humano sostenible, de equidad e igualdad para todos. Adelante.
