Antes de la pandemia, el país tenía una tasa de trabajo infantil de un 12.5%, equivalente a 360 mil menores en actividad laboral.
SANTO DOMINGO.-A sabiendas de que República Dominicana tiene la tasa más alta de América Latina y el Caribe en cuanto al matrimonio infantil, de unos 27. 5 por ciento de su población, esas cifras se podrían disparar como parte del impacto económico de la Covid-19.
Esa alerta la hace Alba Rodríguez, directora ejecutiva de Save the Children, organización no gubernamental centrada en la promoción y defensa de los derechos de la niñez, que hoy vive una incertidumbre con el tema.
“El matrimonio infantil se da siempre en condiciones de pobreza extrema. Si a eso le añade un mayor déficit de ingreso de la familia junto con la desigualdad de género, la sexualización de las niñas, la falta de oportunidades, el cese de las actividades educativas, obviamente las coloca junto a las adolescentes en mayor riesgo de casarse o entrar en unión libre”, detalló Rodríguez.
Precisó que ese no es el único tema que les preocupa respecto a la niñez, pero como existe un posicionamiento firme y en el Congreso cursa un proyecto para que sea a partir de los 18 años cuando se permita el matrimonio, ponen en contexto el tema en busca de solución.
Externó que las relaciones regularmente se dan en edades de 14 y 15, y algunas hasta de 11 y 12 con hombres adultos y no están preparadas para ser madres ni completan la etapa neurológica y de crecimiento, por lo que los hijos que procrean nacen en contexto de precariedad económica y emocional, se traduce en pobreza por no estar preparadas para lograr empleos bien remunerado.
La experta señala que la actual crisis económica y sanitaria es a largo plazo y si la clase media está debilitada, en la de los quintiles de mayor fragilidad se induce al matrimonio infantil ante la ilusión de las menores resolver sus problemas y lograr algunos beneficios que los adultos les oferten.
Otras dificultades
En materia de salud también se dan vulnerabilidades dado que muchos servicios se han visto afectados por pandemia, igual el hecho las clases virtuales, radio o televisión no van a llegar a todos, son aspectos que influyen.
“No hay una respuesta por parte del Gobierno en cuanto a la interrupción de la atención integral a la primera infancia de 0 a 5 años, ya que esos centros están cerrados”, comentó, tras asegurar que las deficiencias de esta etapa inciden a futuro.
En comunidades como El Seibo y Hato Mayor se han reducido o es crítica alimentación y eso representa un riesgo.
— Retrospectiva
Entre 2018 y los primeros meses del 2019 se registraron unos 16 matrimonios al mes, de los cuales el 23 por ciento era con hombres de más de 20 años a su edad y 258 les superaban los 40 de diferencia, y ejercen un control sobre las infantes.
Políticas de protección a implementar
Soluciones. Para enfrentar esos problemas, Alba Rodríguez afirma que hay que cerrar esas brechas de la pobreza, establecer mecanismos de protección social en familias de madres solteras y donde hayan adolescentes que sean más vulnerables.
Igual desarrollar campañas masivas educativas para cambiar comportamientos sociales. Priorizar el retorno de las niñas y adolescentes a las aulas y el empoderamiento para que estas construyan un proyecto de vida, acciones que se pueden llevar a través de políticas públicas.
Save The Children desarrolla dos proyectos en Haina y San Cristóbal que tiene como vertiente la prevención del matrimonio infantil y la prevención de niñas adolescentes que están casadas para garantizarle mejores oportunidades y autoestima.