¡Saquen la religión de las escuelas!

¡Saquen la religión de las escuelas!

¡Saquen la religión de las escuelas!

Isauris Almánzar

El otro día recordé que hace unas semanas, las redes sociales parecían un arcoíris de opiniones debido a que un famoso colegio de Santo Domingo retiró de su biblioteca un libro que hablaba de forma muy clara y responsable sobre temas de salud sexual y reproductiva.

La sociedad de la doble moral, la cual comparo con un oso hibernando, como siempre, mostró su “alarma” ante el esfuerzo de este colegio de educar un país que encabeza las listas de embarazo en adolescentes, pobreza, deserción escolar y enfermedades de transmisión sexual.

Me parece vergonzoso y cuestionable que los que violan, roban, matan y tienen pasados controvertibles, sean los que decidan en nuestra sociedad, que una sotana y un traje blanco con nombramiento en algún congreso, en vez de ser sinónimo de pureza y justicia social, se conviertan en sarcomas que refunden la República Dominicana en un letargo de tercermundismo eterno.

¿En qué nos afecta que nuestros niños y niñas conozcan sobre sexualidad humana?, ¿acaso dificulta en las legislaciones de algún diputado el hecho de que alguien decida ser homosexual? Que un niño o niña sepa que hay distintas preferencias sexuales es más que una ventaja para el impacto de la inclusión social, porque llevaría a nuestros pequeños a entender temas que a veces son difíciles de explicar y bajarían las tasas de agresiones a personas de la comunidad lgbtqia+, porque la educación es la clave para el respeto y la homosexualidad no se impone.

¡Hipócritas son los religiosos y políticos que apoyándose en sus privilegios se aprovechan de la ignorancia de un pueblo para frenar su desarrollo! Los países del primer mundo regalan condones, orientan sus adolescentes para el sexo responsable y educan a los padres para que guíen sus pupilos a tener métodos de planificación temprana, ¿quién apagará el fuego de los jóvenes?, ¿la abstinencia? ¡Claro que no!

Soy cristiana, amo y conozco a Jehová, sin embargo, me parece una desventaja que los religiosos quieran influir en temas que son única y exclusivamente del sistema educativo, una vez escuché que “en los hogares se enseña valores y en las escuelas, Ciencia” ¡cuánta razón en una sola frase!

Vivimos en un país con libertad de culto y una nación con estas condiciones no debe influenciarse por ninguna religión en específico, de lo contrario, se debe aplicar la misma premura a otras creencias y dioses, lo mismo pienso de los políticos doble moral que no entienden que representan la voluntad de un colectivo y no los caprichos de su mamá o su abuelita, las buenas intenciones a veces no son suficientes.

Me avergüenza escuchar pastores y políticos cuando hablan de una supuesta agenda mundial, la única agenda que existe es que el mundo ha cambiado, los gustos y preferencia de la gente también, lo que incluye el respeto de los derechos humanos y sus preferencias sexuales y religiosas, eso nadie lo puede parar. ¿Acaso empezarán una inquisición contra la educación? ¡Saquen la Religión de las escuelas!

Felicito al colegio que se atrevió a decirle a la sociedad de forma muy responsable que necesitamos orientación sexual urgentemente, porque con todo este espaviento queda en evidencia nuestras grandes deficiencias cognitivas como país y la falta de sentido común, ojalá este acto sea parte de una revolución educativa futura, a lo mejor nuestras tasas de embarazo en adolescente por lo menos disminuyen.

A los políticos, religioso y medios de comunicación que se integraron a esta campaña de descredito y teorías conspirativas, me gustaría que alcen esa misma voz por nuestro bienestar, cuidando las poblaciones más vulnerables, aprovechado la oportunidad para dedicarse a defender nuestros intereses con la misma gallardía que lo hicieron en esta ocasión, si asumiesen ese compromiso, Suiza, Canadá y China serían como una niña destetada a destiempo delante de la República Dominicana.

¡La educación sexual y reproductiva es un derecho humano fundamental y nuestros niños, niñas y adolescentes no son la excepción!



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