Santo Domingo.-La presencia de las ballenas jorobadas en el Santuario de Mamíferos Marinos Banco de la Plata y la Navidad en Samaná, datan del siglo XVI.

Sin embargo, hace tres décadas, cuando se bautizó con ese nombre y se formalizó dicho escenario por excelencia, donde se estima vienen al país unas diez mil especies de estas del Atlántico Norte en la temporada invernal a aparearse y reproducirse.

Ayer, en un acto muy emotivo y singular, donde se puso de manifiesto la evolución de esa área protegida, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales celebró el 30 aniversario de la creación de ese Santuario, y décimo año del Acuerdo de Hermanamiento de Nuestro Santuario y el Santuario Marino Nacional Stellwagen, de los Estados Unidos.

Al encabezar la actividad, Francisco Domínguez Brito destacó el esfuerzo de quienes entregaron su pasión, coraje y disposición para hacer realidad el sueño de proteger la vida, la naturaleza, las ballenas, sus crías y con ella la alegría de estas aparearse y dar continuidad al ciclo de vida.