Santo Domingo.-Las intervenciones que están o pretenden poner en marcha varias entidades con miras a sanear la ribera del río Ozama serán un fracaso si no se toma en cuenta a las personas que hacen vida en ese entorno.

Así lo entienden Román Batista, director ejecutivo de Ciudad Alternativa; Patricia Gómez, coordinadora del área del Poder Social, y Hanna Claeson.

Plantean la necesidad de movilizar, debido a la vulnerabilidad y alto riesgo, a los moradores de los sectores San Ignacio, La Cañada de San Luis y Villa Eloisa.

Los comunitarios revelaron que en base a cinco estudios recién realizados, que en la ribera del Ozama de registra un índice de calidad ambiental 0.5 que equivale a un nivel muy malo, en la escala de 0 a 5.

“Eso quiere decir que no hay acceso a agua potable; se registra gran acumulación de basura y alto riesgos a desastres naturales”, dijeron.