Sanando los traumas

Sanando los traumas

Sanando los traumas

Dilenia Cruz

Las personas guardamos de manera extraordinaria lo que vivimos en un sistema de archivo cerebral que luego podemos volver a vivir de manera voluntaria o involuntaria; de ahí que continuamente actuemos en piloto automático en muchas de nuestras respuestas. Ahí la importancia de entrenar el cerebro para lograr aquello que anhelamos.

Del mismo modo que reaccionamos en automático gracias a los entrenamientos planeados, también podemos hacerlo automáticamente a los eventos traumáticos del pasado.

Cuando una persona vive una experiencia dolorosa que le produce un estado de “shock” y no es atendida apropiadamente para superar ese traumatismo, esa experiencia puede quedar almacenada en el cerebro en un lugar inapropiado creando un desequilibro psicológico en la persona.

Hay otras situaciones que se van volviendo traumáticas con el paso del tiempo y no ser atendidas oportunamente como puede ser el maltrato físico, los abusos emocionales, las pérdidas de personas muy queridas, enfermedades catastróficas, entre otros muchos.

Cuando esas experiencias comienzan a convertirse en traumas también es posible que empiecen a aparecer síntomas como: insomnio y pesadillas, la persona también puede mostrar irritabilidad, ansiedad y nerviosismo, miedo, confusión, sensación de culpa y vergüenza, indiferencia emocional.

Lo ideal sería poder atender la herida tan pronto se produjo pero nunca es tarde para tener atención que ayude a sanar.

Lo primero es reconocer que hay una herida que está incidiendo de manera arbitraria en la cotidianidad de la persona.

Lo segundo es encontrar el acompañamiento de un profesional especialista en traumas. Si puedes llegar a esa persona por referencias sobre su trabajo es mejor. Únete a una red de apoyo que acompañe sin juzgar o presionar.

Y los más importante se paciente contigo misma. Recuerda estoy aquí si necesitas sanar.



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