Con tan solo cinco años incursionando en el mercado de monitores para juegos, Samsung se ha posicionado como líder en el sector gracias a su oferta de monitores que combinan una calidad de imagen superior, ergonomía y potencia.
La compañía ha lanzado la línea de monitores curvos Odyssey, y tanto el G7 (de 27 o 32?pulgadas) como el G9 (de 49?pulgadas) vienen con especificaciones de nivel superior que incluyen pantallas ultra amplias con curvatura de 1000R, tiempo de respuesta rápido de 1?ms, frecuencia de actualización de 240?Hz para un juego de FPS increíblemente fluido, compatibilidad con G-Sync y mucho más. Un elemento que destaca en estos monitores Odyssey es su curvatura. La pantalla con curvatura de 1000R del Odyssey es una diferencia notable de los monitores de juegos típicos, que cuentan con marcos rectangulares cuadrados.
Esta curvatura no obedece a un capricho de diseño, sino que se ajusta minuciosamente al campo de visión humano, generando menor tensión en el ojo, al jugar o trabajar. Toda la pantalla puede ser visualizada en una sola mirada para limitar la fatiga visual, aún durante un uso continuado.