Las estadísticas de la Policía sobre la delincuencia y la criminalidad son contradictorias a la realidad que vive el país. Ciertamente que el temor prevalece en la población por el auge de los atracos y los asaltos.
En San Cristóbal un joven prospecto de un equipo de Grandes Ligas perdió la vida cuando se encontraba en el interior de su vivienda solo para despojarlo de su celular.
Otros casos espeluznantes ocurren y la Policía sólo trata de minimizarlos con cifras frías. Una vez se alegó que el alto nivel de la delincuencia era percepción, lo que no es así.