El pasado fin de semana fue un tiempo de tentaciones. No pude resistirme a unos ‘tostones’ con chicharrones de pollo, arroz chino y camarones.
Comida rica, pero peligrosa para alguien que está en riesgo de desarrollar diabetes o quien está combatiendo el aumento de peso.
Aun cuando comí una porción pequeña, no resultó tan pequeña como para mantener mi meta de pérdida de peso e inmediatamente lo vi reflejado en la balanza.
¿Por qué te cuento esto? Porque gracias a los conocimientos como coach de estilo de vida y al apoyo de otros colegas se me hace fácil volver a mi meta de salud, a la restauración del plan de acción basado en la alimentación balanceada, baja en carbohidratos, azúcares y grasa.
Para la mayoría de los pacientes no siempre es tan fácil volver al camino planteado cuando nos dejamos tentar.
Si eres de las personas que están lidiando con presión arterial alta, diabetes, aumento de peso entre otros síntomas, la mejor manera de mantenerte en el camino de la salud y bienestar es estar acompañado por un especialista en el tema.
Siempre hay demasiadas tentaciones y a veces se hace muy difícil decir no a esas provocaciones.
Para quienes vivimos con condiciones crónicas, la convivencia con familiares y amigos es prueba de fuego constante. La mayoría de personas no comprenden los riesgos que pueden acarrear para el paciente cosas tan simples como la insistencia para comer picaderas, tomarse unos tragos e incluso una soda.
Tengo pacientes/clientes que se automarginaron de muchas actividades como mecanismo de protección para su salud, consecuentemente experimentaron emociones y sentimientos de soledad y depresión que también son desencadenantes para otros síntomas de enfermedad. Contar con acompañamiento es ideal para el paciente y su grupo cercano de apoyo. Así todos aprenden a convivir con seguridad y tranquilidad emocional y física.