Las empresas de tecnología usarán una vez más el Salón de la Electrónica de Consumo (CES) que se inicia la semana próxima para presentar nuevos aparatos indispensables.
Las probabilidades en contra son cada vez mayores.
El CES, la feria del sector más grande del mundo, dista de ser una máquina de fabricar éxitos.
Si bien el salón de la tecnología constituye el mayor indicador de tendencias y el año pasado atrajo 160,000 visitantes, muchos productos que debutan en el evento tardan años en llegar a las salas de estar de los consumidores.
La última vez que el evento marcó una verdadera sensación fue cuando Microsoft sacó sus juegos y la Xbox en el CES de 2001.