Un paciente que estaba en la sala de urgencias de un hospital de la localidad rusa de Zelenodolsk, con un cuchillo clavado en su espalda, no aguantó las ganas de fumar y salió fuera del centro.
Cuando las enfermeras le desnudaron para inspeccionarle, la víctima se bajó de la camilla y salió al exterior a fumarse un pitillo.