Salcedo llora cada día los muertos de su carnaval

Salcedo llora cada día los muertos de su carnaval

Salcedo llora cada día los muertos de su carnaval

Santo Domingo.– Lejos de los trajes coloridos, las máscaras diabólicas y la música de cada año, en Salcedo el carnaval del 2024 ha marcado a todos con un dolor diferente.

En este pueblo, dondequiera que mires, hay un pariente, un vecino o amigo afectado por el incendio ocurrido en la cueva de los Toros.

Fue ahí, donde se lanzaron los fuegos artificiales que produjo la muerte de siete personas, seis de ellos niños. Hasta ahora.

Todos hablan del caso
No importa lo apartado del vecindario, en cada rincón hay alguien comentando el suceso que casi dos semanas después zumba en el aire con olor a quemado.

Todos han sido testigos, de manera presencial o en imágenes, de los cuerpos corriendo, despavoridos, disfrazados en llamas como antorchas del horror en medio de un día festivo.
Era un plácido domingo del 10 de marzo.

El pueblo se volcó a las calles centrales a la espera del desfile de cierre de su carnaval. Una fiesta familiar que todos esperaban cada año, por ello cinco de los fallecidos, hasta ahora, han sido niños y adolescentes con edades comprendidas entre los cinco y 15 años.

Al caminar por este laborioso municipio, cabecera de la provincia Hermanas Mirabal, se siente una atmósfera de duelo. En cada esquina todos tienen una historia de lo ocurrido.

Susurran, rumiando el dolor de los afectados. En las noches rezan y encienden velas por los fallecidos y por el calvario que atraviesan sus familias.

Tres días de duelo
La Sala Capitular del Ayuntamiento de Salcedo declaró tres días de duelo municipal por los fallecimientos, pero lo cierto es, que antes de esa disposición oficial, ya los habitantes de esta ciudad de Minerva, Patria, María Teresa, Rufino y del doctor Manuel Tejada Florentino, todos asesinados durante la dictadura de Trujillo, ya estaban de luto.

De lo ocurrido en el incendio en el Carnaval de Salcedo, el caso de la joven Yssel Abreu es el más parecido a una “tragedia griega” pero en versión real. Yssel padeció todo al mismo tiempo.

En menos de una semana experimentó el ciclo de la vida y la muerte. Se gradúa de médico, pierde un hijo y alumbra otro. Justo el día que se graduaba de doctora en medicina, recibió la noticia de la muerte de su hijo Adriel Leonardo Abreu de cinco años de edad.

Adriel era uno de los tantos niños cuyo disfraz se incendió luego de la detonación de los fuegos artificiales en la cueva de los Toros. A penas el martes anterior al suceso, a Yssel le habían practicado una cesárea para traer a la vida a su segundo hijo.

Los medios relatan que “la joven, visiblemente compungida y con las manos vendadas por las quemaduras que sufrió cuando intentó salvar a su hijo, recibió el título que la acredita como médico, de parte del padre Isaac García, rector de la Universidad Católica del Nordeste”.

Por la tragedia en el Carnaval de Salcedo, han fallecido los niños Adriel Leonardo de 5 años, Ángel Santos de 13, Joel Alexander Rodríguez de 6, Aquiel Diloné de 11 y César Polonia de 15, así como el adulto Henry Rosario Ortega de 53 años.

Los médicos han informado que otros niños se encuentran estables dentro de su cuadro crítico y permanecen luchando por sus vidas.

Como lo ocurrido con Yssel, en Salcedo cada caso encierra un dolor con relatos diferentes, todos cargados de espantos.

Elvis, el “culpable”, no rehúye a su responsabilidad y espera la decisión de los jueces sobre su accionar.
En Salcedo la gente entiende su dolor y muy pocos le culpan de manera directa por lo ocurrido, incluyendo las familias de los fallecidos y afectados.

Él sufre por lo ocurrido y el dolor ha sido tanto que le ha provocado un infarto y cercanos dicen que ha dicho que quiere acabar con su vida.

Nada será igual
“Ya nada será igual para mí”, dijo Elvis.

Mientras tanto, todos se preguntan por el accionar de las autoridades que permite la venta ilegal de los fuegos artificiales, contraviniendo la Ley 340-09 que controla y regula la venda de productos pirotécnicos.

Tras lo ocurrido, casi todos los días ha muerto un niño, ahondando la pena y el pesar de los habitantes de este pueblo. El pasado miércoles murió César Polonia de 15 años, un adolescente lleno de sueños, querido y valorado por todos.

Por ello, mientras su familia lo llora, alguien tiene que decirle a los padres, amigos y vecinos de Salcedo, dónde están los verdaderos responsables de esta tragedia.

El “culpable” que sufre dos veces
Carnavalero. A Elvis Miguel Santos, un hombre curtido en el Carnaval de Salcedo, todos los buscaban para la planificación y organización de esa gran fiesta de disfraces y música.

Ni siquiera la tragedia que le ocasionó la violación y posterior muerte de su hija “especial” le hizo cambiar de parecer.

Fruto de esa violación ocasionada “por un maldito que nunca dio la cara” nació su nieto Ángel, que al igual que su madre padecía del espectro autista.

A la muerte de su hija, Elvis, de manera responsable, se hizo cargo del pequeño, convirtiéndose con el tiempo en su “ángel”. Era su nieto y su hijo a la vez.

Elvis es señalado como la persona que detonó los fuegos artificiales y al momento de su apresamiento, por los hechos que no niega, pero que cometió sin intención, impotente narra, “que sólo quería animar el momento”.

Dice también que, “el pequeño nació con una cardiopatía congénita y que hace a penas unos meses le practicaron una cirugía de corazón abierto” y él decidió, como sugirió su médico, “complacerlo en lo que más le gustaba”, que era disfrazarse y desfilar en el carnaval vestido de “mascarao”.

 



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