SANTO DOMINGO.-Motivada por el gran empuje y motivación que otorgan una medalla de plata y récord en más de 87 kilos en arranque durante los pasados Juegos Panamericanos de Lima, la dominicana Verónica Saladín trabaja sin descansar, tras completar un excelente ciclo y lograr la meta de representar al país en los Juegos Olímpico de Tokio 2020.
La pesista quisqueyana, quien se había ido en blanco en la anterior cita de Toronto 2015, pero que cautivó al mundo con el segundo puesto alcanzado en Lima, dice que está consciente de que “hay que superar muchos escollos para poder estar presente en Tokio, “pero con Dios delante, salud y trabajo incesante se que puedo conseguirlo”.
Aseguró que está consciente del gran nivel competitivo al que debe enfrentar para conseguir integrar el equipo femenino criollo que estará en Tokio, “pero uno debe luchar y trabajar duro para lograr las metas y objetivos”.
“Fue maravilloso, una experiencia bastante grata conquistar medalla de plata en mis segundos juegos”, señala. “Y sobre todo que establecí una nueva marca panamericana, y lo mejor, pude aportar al medallero para poner en alto la bandera dominicana”.
Amor por el básket
Verónica, quien en sus inicios como atleta jugaba baloncesto, y confiesa que era gran apasionada de este deporte, asegura que ahora se siente bastante confortable como levantadora de pesas, deporte en el que ya ha acumulado buenos logros personales.
“Jugaba mucho baloncesto en mi pueblo, también lo seguía con mucha pasión, pero parece que Dios me tenía reservado otro escenario como deportista”, agrega la atleta.
Quién la motivó
Saladín cita al profesor Andrés Díaz Arriaga, de El Seibo, como la persona que la prácticamente la obligó e introdujo a las pesas.
Recuerda que Díaz le insistía en que en la halterofilia le iría bien, hasta que finalmente, en 2010, aceptó ser convocada a un programa de la preselección en el Parque del Este, y ahí comenzó todo para la brillante pesista.
130 Kilos en arranque totalizó.
Verónica Saladín en los Panam de Lima, para el récord y lograr la medalla de plata.