Sabia posposición

Sabia posposición

Sabia posposición

Frederich E. Bergés

El anuncio recién efectuado por el presidente Luis Abinader en cuanto no hay condiciones para una reforma fiscal este año constituye una señal más de la prudencia con la cual se esta manejando la actual jefatura de la administración pública.

Un país intentando arrancar de nuevo su crecimiento económico en este largo periodo de pandemia tiene que concentrarse en la recuperación sanitaria y la estabilización social antes de emprender los profundos cambios que conllevan una real reforma tributaria.

Las entrelíneas expresadas por el presidente revelan que conoce claramente que nuestra presión tributaria (13.4 %) es insosteniblemente baja, la rigidez existente en el gasto público, la improbable sostenibilidad del peso de la deuda pública y los déficits estructurales del sector eléctrico, entre otras realidades.

Adicionalmente ha expresado sus deseos de mejorar los ingresos de los servidores públicos a la vez de restaurar el poder de compras perdido.

Uno de los retos previos, o la menos concomitante con cualquier posible reforma es el gran porcentaje de evasión en el pago de las obligaciones tributarias, que él mismo reconoce cuando afirma que el 56 % de la población no paga impuestos y el restante 44 % somos los que sostenemos el Estado. A esto súmale la posible degradación de la calificación crediticia del país por su pobre desempeño fiscal, lo cual dificultaría nuevos endeudamientos y encarecería el actual.

No hay dudas de que antes de abordar temas como la revisión del sistema de Seguridad Social o el mismo Código Laboral, habrá que definir la situación de ingresos y gastos del Estado, incluyendo los gastos de capital, los cuales están en la actualidad prácticamente nulos.

Sin embargo, no es el momento de perder el tiempo, muy por el contrario, debemos comenzar a socializar las posibles alternativas: expansión de la base tributaria, modificaciones o ajustes del gasto, eliminación o racionalización de las exenciones y otras acciones que conformarían la dichosa reforma tributaria. No perdamos tiempo y arranquemos con las propuestas cuanto antes.

 



Noticias Relacionadas