Washington.-Renovación. El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, se mostró ayer pesimista sobre la renovación del llamado “acuerdo del grano” entre Rusia y Ucrania, auspiciado por la ONU y Turquía y que permite exportar cereal y otros productos agrícolas por un corredor seguro en el Mar Negro.
En una rueda de prensa en la ONU al término de su visita de dos días, Lavrov se refirió en varias ocasiones de forma muy crítica al funcionamiento del acuerdo -firmado en julio de 2022 y cuyo último plazo expira el 18 de mayo- y al ser preguntado si ya no tenía esperanzas de renovarlo, respondió irónicamente a la periodista- “Vaya, parece usted psicóloga».
El diplomático reconoció que el secretario general de la ONU, António Guterres, está haciendo “honestos esfuerzos” por ayudar a las exportaciones rusas, que sufren principalmente por las sanciones impuestas en los países occidentales a las compañías rusas y su veto en el sistema SWIFT internacional de pagos.
Pero además, Lavrov dijo que el acuerdo del cereal, que se concibió para aliviar el hambre y la escasez en los países del tercer mundo, se está utilizando de forma interesada y solo un 3 % del grano ucraniano que salió gracias a ese acuerdo llegó a países pobres y el resto ha ido sencillamente a alimentar el mercado libre.