Moscú.- Los efectivos militares y servicios de seguridad de Rusia lograron frenar una guerra civil durante la rebelión armada de 24 horas del grupo de mercenarios rusos Wagner, declaró ayer el presidente ruso, Vladímir Putin.
“Ustedes protegieron el orden constitucional, la vida, la seguridad y la libertad de nuestros ciudadanos, salvaron nuestro país de conmociones, detuvieron una guerra civil”, afirmó durante un acto en la plaza de las Catedrales del Kremlin.
Allí reunió a representantes de las agencias de seguridad y de Defensa de Rusia que participaron en el operativo antiterrorista el fin de semana.
Según el mandatario, los militares y agentes de los servicios de inteligencia “cortaron el camino a la rebelión, cuyo resultado inevitable hubiera sido el caos. En esta situación difícil actuaron con precisión, coordinadamente, mostraron con hechos su fidelidad al pueblo de Rusia y a su juramento militar, mostraron su responsabilidad ante el destino de la patria y su futuro”, dijo.
Recordó que los uniformados “garantizaron el trabajo de los principales centros de mando, las instalaciones estratégicas, incluidas las de Defensa, la seguridad de las zonas fronterizas y la retaguardia de todas las unidades que continuaban combatiendo heroicamente en el frente”.
Según el mandatario, los militares y agentes de los servicios de inteligencia “cortaron el camino a la rebelión, cuyo resultado inevitable hubiera sido el caos». “En esta situación difícil actuaron con precisión, coordinadamente, mostraron con hechos su fidelidad al pueblo de Rusia y a su juramento militar, mostraron su responsabilidad ante el destino de la patria y su futuro”, dijo.
Recordó que los uniformados “garantizaron el trabajo de los principales centros de mando, las instalaciones estratégicas, incluidas las de Defensa, la seguridad de las zonas fronterizas y la retaguardia de todas las unidades que continuaban combatiendo heroicamente en el frente. No tuvimos que retirar unidades de la zona de la operación militar en Ucrania”.
Armamentos a Ucrania
En tanto, la República Checa, en cooperación con Estados Unidos y Países Bajos, intensificó en los primeros cinco meses del año el envío de armamento y municiones a Ucrania, informó hoy en Praga el primer ministro checo, el conservador Petr Fiala.
En total, fueron trasladados entre enero y mayo a Ucrania 24 carros de combate T72 modernizados, 76 blindados de combate con capacidad anfibia BMP-1, 645 misiles antitanque y unas 57.300 balas para el cañón autopropulsado de licencia soviética 2S1 “Gvozdika” y el obús autopropulsado checoslovaco “DANA”.
Además, la República Checa envío un centenar de carros T-72B modernizados.
El Gobierno checo, que no precisa el valor económico de estos envíos, también ha entregado a Kiev 16 sistemas antiaéreos autopropulsados “KUB”, que se suman a los seis enviados el año pasado.
Niega apoyo a Ucrania
Por su lado, el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, quien calificó de “inaceptable” que Bruselas entregue 50 mil millones de euros más a Ucrania, al opinar que no hay control sobre el uso de ese dinero.
“Es inaceptable que Bruselas conceda a Ucrania otros 50.000 millones de euros en ayudas, cuando no sabemos nada del uso de los fondos de la Unión Europea (UE) enviados desde el inicio de la guerra”, afirmó Orbán en la red social Facebook. Orbán informó en ese mensaje de que ha mantenido una reunión virtual con sus homólogos croata, eslovaco, sueco, belga y luxemburgués sobre las reformas del presupuesto de la UE, a dos días de la próxima cumbre de líderes europeos.
Según el primer ministro, las modificaciones propuestas por Bruselas “son poco serias y no son aptas para debatir”, añadiendo que la CE “sigue reteniendo el dinero que le debe a Hungría y a Polonia de anteriores préstamos conjuntos”.
— Misión
El enviado del papa para la guerra de Ucrania, el cardenal italiano Matteo Zuppi, llega hoy a Moscú para su misión de paz, tres semanas después de su visita a Kiev, donde se reunió con el presidente ucraniano Volodomir Zelenski.