Rusia ha incrementado en un 60 % las exportaciones de cereales en julio comparado con el mismo mes de 2022, coincidiendo con la renuncia del Kremlin a los acuerdos del grano.
Las exportaciones de grano ascendieron a 5,68 millones de toneladas, según informó Yelena Tiúrina, directora del departamento de análisis de la Unión Rusa de Grano, a la agencia oficial RIA Nóvosti.
De ese volumen, 4,54 millones de toneladas correspondieron a trigo, lo que supone un alza del 50 %, precisó la fuente
El principal cliente del grano ruso ha sido Arabia Saudí con 578.000 toneladas, seguido por Turquía, 518.000 toneladas; Egipto, 467.000 toneladas, e Israel, 345.000.
En cuanto a los países en desarrollo, Bangladesh importó 222.000 toneladas; Tanzania, 94.000 toneladas, y Sudán, 68.000.
«Nuevos compradores de trigo ruso son los países de América Latina. Por ejemplo, Brasil recibió 62.000 toneladas y Perú, 49.000 toneladas. El pasado año Brasil y Perú no compraron nuestro trigo», explicó
Un total de 33 países recibieron este mes cargamentos de trigo, siete países más que hace un año.
La Unión Rusa de Grano estima el potencial exportador de este país en 55-57 millones de toneladas de grano, lo que incluye 48-49 toneladas de cereal.
Según las estimaciones de Tiúrina, también aumentaron las exportaciones de maíz en un 40 % (319.400 toneladas) y de cebada en un 160 % hasta las 822.000 toneladas.
Por ello, el presidente ruso, Vladímir Putin, asegura que Rusia puede sustituir a Ucrania como suministrador mundial de cereal, aduciendo que produce mucho más cereal que su vecino.
La pasada semana durante la cumbre África-Rusia Putin prometió ayudar a seis países del continente -Burkina Faso, Zimbabue, Mali, Somalia, la República Centroafricana (RCA) y Eritrea- con cargamentos de cereales gratuitos, aunque el secretario general de la ONU, António Guterres, ya aseguró que dicha medida únicamente provocará un nuevo alza de los precios.