Ruptura y anclaje de Leonel Fernández en FP cumple un año de consolidación política

Ruptura y anclaje de Leonel Fernández en FP cumple un año de consolidación política

Ruptura y anclaje de Leonel Fernández en FP cumple un año de consolidación política

Leonel Fernández lidera desde finales de 2019 el partido Fuerza del Pueblo, identificado con el color verde.

SANTO DOMINGO.-La división de un partido político es un hecho común, no importa su tamaño, su calidad ni el país en el que se desenvuelva.

En República Dominicana se han producido dos grandes divisiones en las dos primeras décadas del siglo XXI y en ambos casos han tenido como consecuencia el desastre electoral.

La última de estas fracturas afectó al Partido de la Liberación Dominicana y ahora, en diciembre, se cumple un año de su consolidación con la fundación de la Fuerza del Pueblo, que se fusionó con el Partido de los Trabajadores Dominicanos y superó los escollos legales que fueron interpuestos, tanto a la fusión como a las aspiraciones presidenciales de Leonel Fernández.

Hatuey De Camps, uno de los caballos de batalla del Partido Revolucionario Dominicano desde su ingreso al país en 1961, estuvo en el centro de la división de un partido gobernante que precedió en unos 15 años a la ruptura que se produjo en el PLD con Fernández en el ojo de la tormenta.

A pesar de los efectos adversos de la crisis bancaria, Hipólito Mejía llevó adelante un plan reeleccionista que fracasó.

En uno y otro partido el detonante de la división fue la elección del candidato presidencial, que en ambos casos estuvo precedida de una reforma de la Constitución con fines electorales, efectiva en el año 2002, efectiva también en 2015 y fallida en 2019.

En el año 1970 el Partido Reformista Social Cristiano se dividió en el poder, pero las condiciones políticas le permitieron a Joaquín Balaguer prevalecer.

Leonel Fernández
La salida de Fernández del PLD se produjo el 20 de octubre de 2019, 14 días después de la convención en la que fue escogido candidato presidencial Gonzalo Castillo y un mes después, 20 de noviembre, la Junta Central Electoral aceptaba su candidatura presidencial luego de la sentencia TSE-100-2019 que acogió una excepción de inconstitucionalidad del expresidente contra los artículos 49.4 de la Ley 33-18, 134 de la Ley 15-19 y 10 del Reglamento para la Elección de Candidatos mediante convenciones o encuestas.

De acuerdo con la decisión del referido tribunal, son contrarios a los artículos 22.1, 74.2 y 123 de la Constitución de la República.

El 13 de diciembre el TSE rechazó la solicitud de nulidad de la asamblea del PTD que decidió cambiar su nombre por el de Fuerza del Pueblo. En la ocasión también fue declarada la inadmisibilidad del recurso que buscaba invalidar la candidatura de Fernández por el Partido Reformista Social Cristiano.

En enero pasado el Tribunal Superior Electoral emitió la sentencia TSE-007-2020, mediante la cual decidió en contra de una iniciativa impulsada por José González Espinosa, que buscaba la nulidad del cambio de nombre del PTD por el de Fuerza del Pueblo.

La renuncia de Fernández del PLD, la constitución de un partido y la presentación de su candidatura presidencial fueron hechos inesperados, posiblemente fuera de la ecuación política de quienes se preparaban para ir por la Presidencia en las elecciones programadas para el 17 mayo de 2020, finalmente realizadas el 5 de julio, de las cuales surgió un cambio de gobierno tras 16 años consecutivos de un partido en el poder.

Hatuey De Camps
El Partido Revolucionario Dominicano tenía 14 años fuera del poder cuando su candidato presidencial en el 2000, Hipólito Mejía, entró al Palacio Nacional el 16 de agosto.

La Constitución le había impedido a Leonel Fernández (96-2000) presentarse a la reelección, pero Mejía decidió saltarse el obstáculo y en el año 2002 propició una reforma para la cual contó con el apoyo de Joaquín Balaguer, que antes de morir le dejó este regalo.

La ley que declaraba la necesidad de la reforma fue aprobada el 2 de julio y Balaguer murió el día 14.

De Camps se oponía a la reelección, que había sido posición política del PRD acatada en 1982 y 1986. Al año siguiente de la aplicación de la reforma de la Carta de 2002 estalló la crisis bancaria que tuvo a Baninter en su eje, y en medio de una confrontación permanente con el presidente Mejía, tuvo lugar la convención del 31 de enero de 2004, sábado, en la que fue decidida la repostulación del presidente y cambios en el entonces partido de gobierno que incluyeron la remoción de De Camps de la presidencia y la designación de Vicente Sánchez Baret.

Permaneció en el PRD, pero no dejó de confrontar la reelección y tal vez la expresión más clara del rompimiento llegó cuando invitó a votar hasta por el diablo, no por Mejía.

Un largo camino
El Partido Azul no era una organización política como hoy las conocemos, ni lo era su antogonista, el Partido Rojo; el primero, liderado por Gregorio Luperón, caudillo del norte, y el segundo por Buenaventura Báez, caudillo del sur.

Los que prefieren las casillas ideológicas para entender los hechos, denominaban liberales a los azules y conservadores a los rojos.

Cuando Ulises Heureaux se quedó con el poder se alejó de Luperón y recibió en su entorno a los rojos, que con la muerte de Báez se habían quedado sin tutela. Allí empezó a producirse una mezcla notoria de colores que siguió a la muerte del dictador, acaecida el 26 de julio de 1899, hecho que dio paso al ascenso de Juan Isidro Jimenes y Horacio Vásquez, ambos liberales, pero divididos en 1903 por el poder.

Horacio Vásquez y Ramón Cáceres estuvieron en el asesinato de Lilís, pero los dividió el poder a partir de 1905, cuando Cáceres, vicepresidente, se quedó con el mando tras la sublevación del presidente Carlos Morales Languasco contra su propio gobierno.

En el período que siguió a la muerte de Lilís, colores y tendencias se mezclaron. En la política dominicana siempre se ha hecho lo que conviene a los que impulsan las acciones. Esta característica dio origen a un período particularmente borrascoso en el que los egos se desbordaron.

A esto le puso freno la administración de los marines a partir de 1916 y lo diluyó, pero no le puso fin, y el ascenso al poder del general Rafael Leónidas Trujillo, en 1930, que propició y mantuvo un partido único hasta mediados de 1961, cuando el PRD ingresó y empezó a actuar.

Llegó de la mano de Ramón Castillo, Nicolás Silfa, Ángel Miolán y Juan Bosch, que para las elecciones del 20 de diciembre de 1962 estaban peleados o en partidos diferentes.

En estos términos, De Camps y Mejía ni Fernández y Danilo Medina inventaron el carácter arrebatado de la política dominicana.

Divisiones

—1— La madre
El PRD es la madre de los partidos liberales del país desde el año 1961.
—2— Un hijo
El primer gran desprendimiento los constituyó el PLD, del que salió Fuerza del Pueblo.
—3— Y otros tres
Del PRD nació el PRI de Majluta, el BIS, de Peña, y el PRM, proyecto burgués que acaba de llegar al poder.