Santo Domingo.-Los ruidos que generan distintos liquor store, así como los denominados colmadones y las iglesias evangélicas se han convertido en un motivo de intranquilidad para muchos de sus vecinos en el Distrito Nacional, quienes claman por un mayor control o su cierre definitivo.
Especialmente en áreas residenciales los afectados afirman que no logran tener tranquilidad y mucho menos conciliar el sueño en horas de la noche.
Desde que aquí se instaló ese colmadón, que terminó convertido en una terraza o tienda de licores, no se puede casi entrar a las casas por el caos que forman los vehículos, también provocan ruidos y desórdenes, comentó María Ceballos, refiriéndose al Hangar, en la Prolongación Independencia esquina calle Primera de la Urbanización María Josefina.
Una situación similar se registra en el establecimiento Bakkus Wine & Spirit, en la avenida Winston Churchill esquina Sarasota, en Bella Vista, donde residentes cercanos que pidieron no ser identificados pidieron el cierre de este negocio.
No soportamos los escándalos que aquí se generan hasta altas horas de la noche, dijo una de las afectadas.
El problema de nosotros son las campañas cristianas que hasta por tres días montan más de siete iglesias en la calle Primera de Maquiteria, en Villa Duarte. Uno no puede ni hablar dentro de su casa, enfatizó Marisol Fortuna quien se quejó de las predicas grabadas encima de los templos.
Ambiente anuncia medidas
El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, a través de la Dirección de Protección Ambiental, anunció que se apresta a realizar un plan de control de ruidos a nivel nacional.
Luciano Herrera y Juan Marcelino, encargado y analista ambiental del Departamento de Atención de Daños, informaron que los afectados pueden plantear sus quejas por el teléfono (809) 567- 4300, extensión 6210.
Técnicos visitarán el lugar y notificarán la situación, en caso de no obtemperar se les podrían incautar los equipos, cerrar el centro y en última instancia someter a prisión al dueño.