«La voz más alta del merengue»: Rubby Pérez, llegó a la música por un accidente y perdió la vida tras el derrumbe del Jet Set
«La voz más alta del merengue».
Así consideraban al músico Rubby Pérez en República Dominicana, quien murió el martes en el club Jet Set, de Santo Domingo, mientras se presentaba en concierto ante cientos de personas.
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En uno de los característicos «lunes de merengue» en la popular discoteca, el techo del local colapsó y dejó centenares de muertos y heridos.
El deceso del artista ha sido lamentado por diversas figuras de la escena musical latinoamericana y el gobierno ha declarado tres días de duelo por la tragedia.
En BBC Mundo te contamos quién fue el cantautor de 69 años y su contribución al género que está en el ADN de los dominicanos.
Roberto Antonio Pérez Herrera nació en 1956, en Haina, República Dominicana. Su nombre artístico, según él mismo contó, vino de un apodo que le puso su abuela materna.
«Tú sabes que los abuelos apapuchan (abrazan) mucho a sus nietos… y mi abuelita, cuando estaba tranquila, me llamaba ‘Ruby’ porque ella decía que era su rubí negro, su tesoro», dijo en una oportunidad.
Un accidente automovilístico que afectó gravemente su pierna izquierda fue lo que llevó a Rubby Pérez a no perseguir una carrera en el béisbol, como había soñado de niño, y a iniciar una trayectoria musical que lo convertiría en un emblema en su país.
El 13 de junio de 1972, cuando tenía 15 años, fue atropellado por un vehículo. «Pensé que ya no tenía razón de existir», dijo sobre ese suceso en una entrevista que rescata Billboard en Español.
Su proceso de recuperación no fue fácil. Tuvo que pasar largo tiempo hospitalizado y requirió dos años de terapia para volver a tener movilidad en su pierna y poder caminar.
«Dios tenía otro propósito para mí y era que en vez de tener un bate en la mano tuviera un micrófono, que pudiera comunicar a la gente mi alegría, mi positivismo, mi deseo de seguir adelante, sin importar lo que sucediera», sostuvo Pérez, recordando que fue la música la que le entregó consuelo durante su largo proceso de recuperación.
Fue su hermano Neifi Pérez quien cumpliría su sueño en el béisbol, dándole muchas alegrías.
«Soy enfermo con el béisbol. Mi hermano fue jugador de grandes ligas y pudo conseguir lo que no pude. Logró ganar el Guante de Oro en la Liga Nacional en el 2000 y está en el Salón de la Fama en el Caribe», afirmó en una entrevista en 2013.
Pero él también se ganaría un lugar en el corazón de los dominicanos.
El músico se formó en el Conservatorio Nacional de Santo Domingo, donde aprendería a tocar el piano y la guitarra. En sus primeros años participó en el Coro de la Sociedad de Orientación Juvenil, Los Juveniles de Baní y Los Hijos del Rey. Sus apariciones televisivas le abrirían camino en el mundo de la música.
De hecho, según dijo en entrevistas con medios locales, fue un presentador de televisión el que lo honró al nombrarlo como «la voz más alta del merengue».
En la década de los 80 su nombre se hizo aún más conocido tras unirse a orquesta de Fernando Villalona.

Pero su mayor salto lo daría al llegar a la orquesta de una de las leyendas del género: Wilfrido Vargas. Bajo su alero, Rubby Pérez popularizó temas emblemáticos como «Volveré» o «El Africano».
1987 sería un año decisivo para su carrera: decidió lanzarse como solista. Y su apuesta tuvo éxito. Con sencillos como «Enamorado de ella», «Sobreviré» o «Hazme olvidarla» conquistó al publico dominicano y latinoamericano.
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De acuerdo con su página web, el cantautor logró un notable éxito en las listas de Billboard.
Su disco «Rubby Pérez» alcanzó el puesto 15 en la lista Tropical, mientras que sencillos como «Enamorado de ella» llegó al número 29 en los Latin Charts.
También fue reconocido en su país con los Premios Casandra. En 1988 obtuvo disco de oro y platino en Venezuela con «Buscando tus besos», su primer disco como solista.
Su figura también fue destacada por sus acciones sociales. Fue reconocido por su ayuda a las víctimas del terremoto de 2010 en Haití por parte del Comité de Partidos Políticos Latinoamericanos en Estados Unidos.
En su cuenta de Instagram se puede ver la cercanía que el músico tenía con sus hijas e hijos. Una de ellas, Zulinka Pérez, lo acompañaba en el escenario del Jet Set, cuando el techo colapsó. Según han reportado medios locales, la mujer logró salir con vida.
En marzo de este año, el cantante compartió un video en sus redes sociales en donde niños cantaban y bailaban sus canciones.
«Este es el mayor legado que dejo, ver estos niños de otro país haciéndose de mi música y disfrutando nuestro merengue es el premio más grande que recibo de mi público», escribió.
«Es el mejor cantante que nos ha dado el género»

Wilfrido Vargas aseguró estar muy afectado con la noticia de la muerte.
«Estoy destrozado… El mejor cantante que ha dado el género. La voz más alta del merengue. El amigo y el ídolo de nuestro género, se nos acaba de ir», expresó en su cuenta de Instagram.
«Esto es muy profundo, más profundo que lo que se alcanza a sentir hasta en el más terrible de los sueños», agregó.
Fernando Villalona expresó, a su vez, que «el día de hoy ha sido un día triste, demasiado triste. Que un lugar que durante décadas fue albergue de gozo y alegría sea escenario de angustia y dolor, era impensable y desgarrante a la vez. Como a todos, me embarga una honda tristeza».
El venezonalo Ricardo Montaner también lamentó la pérdida de Rubby Pérez. «Esto me destroza el corazón… Honda tristeza. Marlene dirigió videoclips para él, nos conocimos en Caracas y siempre dije que su voz aguda era insuperable… Ese #Volveré estará eternamente en los corazones y en la memoria de quienes lo conocimos y admiramos», escribió en sus redes sociales.
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