Bloomberg News.-La presidenta brasileña Dilma Rousseff está movilizando a su gabinete para que convenza al tribunal supremo de su país de aplazar un fallo en una causa que podría costar a los bancos 65,000 millones de dólares y contraer el crédito, según dos funcionarios de gobierno.

El fallo del tribunal relativo a las demandas entabladas por depositantes podría requerir que bancos como Caixa Economica Federal y Banco do Brasil reembolsen a los clientes pérdidas derivadas de políticas gubernamentales que se remontan a más de 20 años.
Dado el posible impacto sobre los prestamistas, Rousseff quiere aplazar todo lo posible el dictamen, dijo uno de los funcionarios, que pidió no ser identificado.
Los economistas están bajando las estimaciones de crecimiento en 2014 para Brasil de 2,25 billones de dólares en tanto la inflación se mantiene por encima de la meta del banco central.