MINNEAPOLIS.-Gersson Rosas tenía claro su futuro desde siempre: quería resarcir los sacrificios de su familia al abandonar su Colombia natal y trascender como hispano en Estados Unidos.
Tardó poco en lograr la mayoría de sus metas. Pero fue mucho el trabajo desde niño que tuvo que realizar hasta llegar a convertirse en el primer presidente de un equipo de baloncesto de la NBA. Quizá el hispano más influyente fuera de la duela en la NBA.
El pasado abril, los Minnesota Timberwolves nombraron a Rosas, de 41 años, presidente de operaciones de basquetbol, luego de una carrera de 17 años como ejecutivo de los Houston Rockets y un muy breve paso como gerente general de los Dallas Mavericks.
“Este país nos da tanto a nosotros, la oportunidad es grande”, dijo Rosas. “A una edad muy joven mi papá y mi mamá siempre me dijeron que esas oportunidades, si uno no toma ventaja de ellas, no significan nada y para mí”.
Rosas llegó a los tres años de edad a Houston, pronto se dio cuenta que las cosas eran diferentes en todos aspectos a su país; pero que con trabajo podría salir adelante. Hijo de padres aficionados al deporte, practicó de todo.
Sin embargo, pronto se enamoró del que sería su compañero de por vida, el básquetbol.
Rápido se dio cuenta de que sería complicado trascender como jugador, ya fuera por físico, técnica, talento o condiciones atléticas, y que el leer las noticias deportivas, enterarse y estar pendiente del equipo de su ciudad, los Houston Rockets, eran ya una pasión para él.
“Yo me despertaba a las siete de la mañana a mirar SportsCenter”, afirmó Rosas. “El deporte del baloncesto me encantaba, no nada más los partidos.
También las prácticas, estudiar el juego, entender el deporte, tener las diferentes experiencias”.
La visión de Rosas con los Timberwolves es el de una organización moderna, enfocada en los jugadores y que sea ganador de manera consistente a mediano y largo plazo.
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Rosas expresó: “Mi máximo orgullo será abrir puertas y enseñar que sí se puede para los hispanos en cualquier aspecto de la vida. Ojalá que mi historia y mis experiencias puedan motivar a otros jóvenes. Si yo puedo, ellos pueden”.
*Por ESPN.COM