En un programa de televisión de gran audiencia nacional nos hacían una interesante pregunta: ¿cuál debería ser el rol de la universidad como conciencia crítica de la sociedad? Esto nos dejó con una profunda reflexión durante todo el día.
Todas las universidades tienen funciones muy claras que pueden contenerse en tres aspectos fundamentales: docencia, extensión e investigación y desarrollo. La universidad es sobre todas las cosas un centro de creación, preservación y difusión del conocimiento.
Sin embargo, en las últimas décadas de la historia humana se ha puesto, en sentido general, mayor énfasis en su papel de formación para el mercado laboral. Existen en el mundo mas universidades orientadas a capacitar la fuerza laboral del sector empresarial que en la innovación, investigación o desarrollo de ideas nuevas en el campo de las artes, filosofía, ciencia y tecnología. Esto lleva a muchos líderes de opinión al cuestionamiento siguiente: ¿es este el rol que la universidad del siglo XXI debe desempeñar?
En el caso de la universidad dominicana entendemos que debemos tener una doble agenda. Por un lado, es fundamental que tengamos una universidad capaz de generar y difundir conocimiento que transforme y mejore el mundo. Y del otro lado, que tengamos mayor incidencia en la opinión pública nacional, fijando posición académica y legítima frente a los problemas o situaciones que aquejan a todos los dominicanos.
Nuestras universidades deben generar empleo con ofertas académicas pertinentes y que satisfagan los requerimientos del sector productivo.
A este importante rol se le debe agregar un rol de responsabilidad social y formación de ciudadanía. La sociedad así lo requiere y también lo agradecerá.