Phoenix, Arizona.-El nuevo taponero de los D-backs, Fernando Rodney, bromeó que ya ha ordenado 45 flechas invisibles — una por cada rescate que piensa apuntarse en 2017 — y que tiene previsto lanzarlas desde la lomita con sus nuevos compañeros después de cada victoria.

La celebración de la flecha de Rodney es bien conocida en el mundo beisbolero. También se entiende que el dominicano llega al desierto con la encomienda de llenar parte del hueco que quedó en el bullpen de Arizona ante la partida de los veteranos Brad Ziegler yTyler Clippard, quienes fueron canjeados durante la campaña en 2016.

Los D-backs finalizaron un contrato de un año y US$2.75 millones con Rodney el viernes.

El convenio incluye incentivos que podrían aumentar el valor del acuerdo hasta US$5 millones. “Primero que nada, quiero darle gracias a Dios. Me siento bien física y mentalmente”, dijo Rodney, de 39 años edad.

“Mi cuerpo se siente muy bien y voy a lanzar hasta que Dios me diga que es hora de parar. Sé que puedo ayudar a este equipo”.

Rodney tuvo efectividad de 3.44 en 67 presentaciones entre los Padres y los Marlins en el 2016, a la vez que logró 25 rescates en 28 oportunidades.

Por San Diego, el quisqueyano registró promedio de carreras limpias de 0.31 y tuvo 17 salvamentos en igual número de oportunidades, pero su efectividad luego de ser canjeado a Miami en junio fue de 5.89.

“Lanzó extremadamente bien en la primera mitad [de la campaña del 2016]”, dijo el gerente general de los D-backs, Mike Hazen, acerca de Rodney.

“[El béisbol] es un deporte difícil para los lanzadores. Ha sido muy resistente durante su carrera. Eso nos llena de confianza y ha lanzando a un alto nivel por mucho tiempo.

En general, aún considero que el pasado fue un buen año para mí y esta es otra oportunidad para demostrar que el Fernando Rodney que todo el mundo conoce sigue aquí”, expresó el lanzador.

“Eso es lo que quiero los fans sepan y los fans de Arizona lo verán también. Contamos con buenos jugadores y mucho talento y estoy decidido a dar lo mejor de mí”, expresó Rodney.

El extrovertido relevista quisqueyano fue compañero de equipo de Jeff Mathis en Atlanta durante dos temporadas.