Muchos conductores están con el grito al cielo por el robo de objetos de sus vehículos. La práctica ha retornado, ya que es algo viejo en cualquier plaza o en vías públicas que malhechores se dediquen a hurtar piezas de carros de todo tipo, lo que va en detrimento de la tranquilidad de los ciudadanos.
En el exclusivo sector de Naco se ha extendido este delito, incluso con el atrevimiento de los delincuentes de penetrar al interior de las viviendas.
La prensa recoge la denuncia de un hombre de que un ladrón penetró el sábado a su residencia, ubicada en la calle San Martín de Porres, y le robó los retrovisores a su Mercedes Benz.
Lo llamativo del caso fue que el ladrón llegó al lugar en un automóvil, del que se desmontó para cometer la fechoría y emprender la huida.
La situación mantiene en alarmados a los residentes del Naco, que exigen una mayor vigilancia por parte de agentes de la Policía Nacional. Pero esta situación ocurre en otros sectores de la capital, práctica que parecía haber disminuido en la ciudad.
La disciplina
Los peledeístas han perdido el método de la disciplina que tanto resultados les dio para que hoy el Partido de la Liberación Dominicana controle el Palacio Nacional.
En vida del profesor Juan Bosch y después de su muerte, las estructuras orgánicas del PLD servían como muros de contención para propiciar el respeto a los métodos de trabajo y a la autoridad suprema del Comité Político.
La apertura interna devino en la pérdida de esa disciplina y entonces el PLD carece de un árbitro para dirimir sus conflictos.