OAKLAND, CALIFORNIA.-El dominicano Robinson Canó ha vuelto a las Grandes Ligas con los Marineros de Seattle, tras purgar una suspensión de 80 juegos por dopaje, y el ocho veces ‘All-Star’ tiene una nueva posición.
Sentimientos ‘agri-dulce’ vivió Canó al regresar a la competición con los Marineros.

Canó llegó a Oakland el lunes por la noche, se despertó temprano el martes y estuvo en el Coliseo tres horas antes del primer lanzamiento del partido, practicando bateo debajo de las gradas de los jardines.

“Fue realmente duro, no voy a mentir», dijo el astro de 35 años. “Fue tan duro ver los juegos en casa sabiendo que debería de haber estado allí. Mi hija fue lo que me mantuvo positivo.

Eso fue lo mejor, estar cerca de mi familia”.

Ahora, le toca defender en la primera base y también está en un distinto turno en el orden al bate (segundo). Los Marineros están inmersos en la contienda por los playoffs.

Lo abuchean

El astro de San Pedro de Macorís recibió fuertes abucheos al agotar su primer turno en la misma primera entrada antes de fallar con un rodado por la segunda base.

También recibió aplausos sarcásticos cuando se ponchó en la primera entrada y luego recibió gritos de “vendido” de quienes poblaban las gradas cuando fue a defender en la intermedia.

“Eso es algo que no puedo controlar”, dijo Canó en esa oportunidad, asegurando que no escuchó los gritos. “Tampoco me sorprende, pero yo sólo traté de hacer mi juego”. Sin embargo, Canó lo toma con filosofía y dice que hay más cosas positivas que negativas a su regreso.

“Se siente bien estar de regreso, especialmente por la manera que el equipo está jugando», dijo Canó antes del partido.

“Estoy emocionado. Estaba esperando este momento». Canó fue suspendido el 15 de mayo, tras dar positivo por Furosemide, diurético que puede ser usado para encubrir drogas que mejoran el rendimiento.

Valió la pena

“La espera por Robbie ha sido larga”, dijo el mánager Servais. “Resistimos. Logramos situarnos en una posición en la que los partidos son muy importantes y él está ansioso de volver a jugar y ayudarnos». Durante el castigo, Canó entrenó en su país y jugó en ligas menores.

.287 Con cuatro jonrones.
Más 23 carreras impulsadas sumaba Robinson Canó cuando fue castigado.