New York.-La falta suerte fue la causante de su pobre primera mitad de temporada, aseguró el intermedista dominicano Robinson Canó, de Seattle, quien dijo que se mantuvo dándole en la cara a bola, pero casi siempre sus batazos les salían de frente.

“No me siento mal por el bajo desempeño en los números, porque sé que di mucho batazos de frente en la primera mitad. Espero que Dios me ayude ahora a batearla con ojos, ya que seguiré haciendo swings, debido a que sé que le doy a la bola, pero no la puedo guiar”, dijo Canó, quien añadió que: “Hasta el manager me dice que no me desesperé porque le he dado bien a la bola, pero no la puedo guiar”.

En la primera mitad de la campaña, Robinson apenas bateó para .251 (346-87), con seis jonrones y 30 remolcadas en 86 juegos, estadísticas muy inferiores para un jugador de su nivel de estelaridad.

Canó manifestó que para la segunda mitad mantendrá la misma mentalidad de siempre y es seguir haciendo su trabajo. “En los últimos días las cosas han cambiado y espero seguir así. Estoy dado mis hits, espero que las cosas sigan así como me fue al final de la primera mitad”, dijo Robinson.

El pasado sábado, Canó tuvo su primera una explosión ofensiva del año y sucedió frente a su antiguo equipo de los Yanquis, disparando dos jonrones y remolcando las cuatro carrera de la victoria 4-3 en el Yankee Stadium. Fue la primera vez que Canó dispara dos jonrones en un juego con el uniforme de los Marineros.

El dominicano presenta una gran mejoría desde el pasado 22 de junio, conectando seis jonrones en los últimos 22 juegos. Conectó dos cuadrangulares en los primeros 67 juegos del año. En 15 juegos en julio batea para .317 (63-20), con 10 anotadas, 10 anotadas, cuatro dobles, cuatro jonrones, 10 impulsadas con OPS de .930.