Rob Manfred sigue actuando como la ‘gatica’ de María Ramos
El comisionado de Béisbol de las Grandes Ligas sigue actuando como la “gatica” de María Ramos, que tira la piedra y esconde la mano, con la penosa situación que impera en el mercado de firmas de los prospectos latinos.
Manfred visitó el pasado miércoles al presidente de la República, Luis Abinader, en el Palacio Nacional, donde volvió a reiterar su deseo de implementar un sorteo internacional para que los equipos de Grandes Ligas puedan adquirir al talento latino sin ventajas.
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Recuerden que en 2010 un grupo de entrenadores dominicanos realizó una gran protesta contra el draft internacional frente al representante de la oficina del comisionado de Grandes Ligas en el país, Sandy Alderson.
En ese entonces, Manfred era el director de Operaciones de la MLB, reconocido como el cerebro detrás del escenario durante la era del comisionado Bud Selig, a quien sustituyó en el cargo el 25 de enero de 2015.
Ante la negativa de los entrenadores dominicanos frente al draft internacional, Manfred utilizó la estrategia de dejar que el mercado de firmas de prospectos se corrompiera a un nivel jamás soñado. Se hizo de la vista gorda con los amarres de los equipos de Grandes Ligas con niños de 12 años, algo que sólo ocurre en el mercado internacional, jamás en los Estados Unidos.
Manfred ahora dice que seguirá fortaleciendo los mecanismos de control para castigar y amonestar a los que incurran en cualquier tipo de falta, algo que sólo aplica para los entrenadores. Los equipos, que son los que ordenan a sus cazatalentos a evaluar niños de 8,9 y 10 años en adelante, no reciben ninguna sanción.
En fin, su plan funcionó y ahora el sorteo internacional es considerado la tabla de salvación al problema existente en el mercado de firmas.
Del otro lado, el jefe del sindicato de peloteros, Tony Clark, que no conoce nada sobre lo que sucede en nuestros países, dice que el sistema debe seguir como está.
Sabemos que la única razón por la que Clark dice eso, es porque tiene a varios “consejeros” que se benefician de prestarles dinero a los niños que son “amarrados” por los equipos de Grandes Ligas y tienen que esperar cuatro o más años para recibir sus bonos.
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